CESAR OROZ MARTIJA "GALLICO DE ORO 2006": César Oroz, Gallico de Oro de NAPARDI 2006, es persona muy vinculada a Pamplona, hecho que se refleja en su trabajo diario, haciendo una crónica ciudadana particular, a través de sus viñetas, con un tono peculiar y bromista, con el que consigue hacernos reír y a veces reírnos de nosotros mismos, al vernos reflejados en sus personajes. Nacido en Pamplona en 1968, padre de tres hijos, diplomado en Ciencias Empresariales en 1990, vinculado a Diario de Navarra, donde publica casi todos los días del año, bajo el epígrafe “Punto Final” una tira cómica en forma de viñetas. Además, al margen de otras colaboraciones, mantiene una colaboración semanal con la revista de humor gráfico “El Jueves”. Nuestro XXI “Gallico de Oro”, cumple perfectamente con los requisitos que el premio requiere, en cuanto a persona de Pamplona o vinculada a ella, que destaque, en las ciencias, el arte, las humanidades, la cultura o el deporte. Desde 1997 y de forma anual, participa en las Muestras Iberoamericanas de Humor Gráfico de la Universidad de Alcalá de Henares, y ha editado nueve libros recopilatorios de su trabajo diario. Fue nombrado premio Mingote, 2004. Buen conocedor de todo el espectro social, no sólo de Pamplona y Navarra, sino de más allá de nuestras fronteras, da forma a personajes de toda condición, haciendo con su descriptiva tan significativa, una perfecta imagen, una simbiosis entre la ficción y la realidad, elevada a categoría de broma, con todo lo que ello supone de amabilidad. Él, a sus dibujos les llama monigotes, y reconoce cierta sintonía entre él y sus lectores para que las caricaturas y críticas sean bien entendidas, aunque alguno siempre se sube a la parra al verse ironizado, por aquello por lo que es criticado. Amante de los Sanfermines, no sólo en sus dibujos, sino en sus hechos diarios, ya que es notoria su participación plena de las Fiestas, desde el día 6, en el chupinazo, hasta el día 14, en el Pobre de mí. Nos ha enseñado, a llevar la pancarta de la peña, a comportarnos en el tendido, a mancharnos, a limpiarnos, a correr en el encierro, a estorbar, a incordiar, a hablar y a observar cómo éramos todos y cada uno de los personajes que dibuja, ya que así somos en San Fermín. Tampoco falta en sus viñetas, un fiel reflejo de los avatares de jugadores, directivos, contrarios, regates, driblings y pormenores varios, de su Osasuna, su equipo, del que se muestra forofo sufridor las más de las veces. Dice que de forma sabia, sus padres, nunca han querido posar para él, cosa que siempre ha respetado por aquello del “Honrarás a tu padre y a tu madre”, pero que él lo interpreta como “no los caricaturizarás”. |